Proyecto piloto sobre los ecosistemas de carbono azul

Costa Rica es uno de los países más avanzados en materia de carbono azul, con una sólida base científica e institucional sobre manglares. A pesar de contar con protección jurídica desde 1995, estos ecosistemas críticos siguen amenazados. El país ha desarrollado una Estrategia Nacional de Carbono Azul (ENCA) (2023) y su Plan de Acción (2024), pero aún no dispone de mecanismos de financiamiento sostenibles que garanticen su conservación y restauración a largo plazo. Este proyecto se alinea con la dinámica de implementación de esta estrategia, en respuesta a los desafíos de conservación, financiamiento sostenible y participación comunitaria.

Implementado por Conservation International Costa Rica, en coordinación con el SINAC, este proyecto busca desarrollar las condiciones técnicas, institucionales y financieras para apoyar la Estrategia Nacional de Carbono Azul. Explorará y probará mecanismos de financiamiento innovadores (créditos de carbono, pagos por servicios ambientales marinos, créditos de biodiversidad) y respaldará su experimentación en terreno, especialmente en los manglares del Golfo de Nicoya.

El proyecto se articula en dos fases:

• Fase 1: Fortalecimiento de capacidades, diagnóstico de necesidades financieras, herramientas institucionales, identificación de zonas de restauración.

• Fase 2: Estudio de mecanismos financieros, equidad en la distribución de beneficios, integración en la contabilidad nacional de carbono.

La Facilidad Carbono Azul financia este proyecto por un monto de 700.000 euros en forma de subvención. La financiación cubre los costos relacionados con el análisis de campo, la formación de gestores, la producción de datos de carbono y la creación de redes entre actores. Se prevé una contribución nacional (en especie y en personal), y el proyecto servirá como base para una posible ampliación a otras zonas mediante financiamientos complementarios.

• Fortalecimiento de la política publica de Costa Rica sobre carbono azul y contribución a sus compromisos climáticos.

• Preparación para acceder a financiamientos climáticos innovadores, incluidos los mercados voluntarios de carbono o los pagos por servicios ecosistémicos marinos (PSEM).

• Participación de las comunidades costeras a la conservación y restauración de los manglares, para alcanzar impactos ambientales, sociales y económicos sostenibles.